VATICANO/AUDIENCIA GENERAL - El Papa: San Filepi Neri anunció el Evangelio con alegría, haced como él

miércoles, 27 noviembre 2024

Vatican Media

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Un cristiano debería ser como San Felipe Neri, que, “fue, en su época, un verdadero evangelizador a través de la alegría”. Lo ha dicho el Papa Francisco durante la Audiencia General de hoy, miércoles 27 de noviembre, que ha comenzado con un acto inesperado: varios niños y niñas han querido saludar al Pontífice yendo a sentarse en los escalones del atrio. “Hace falta un poco de ruido”, ha dicho el Obispo de Roma c, y les ha mandado caramelos mientras los oficiales de la Secretaría de Estado proclamaban el Evangelio en las distintas lenguas.

Continuando el ciclo de catequesis sobre el Espíritu Santo, tras detenerse en la gracia santificante y en los carismas, el Pontífice, una vez concluido el tradicional recorrido en el Papamóvil por la Plaza de San Pedro, ha centrado su reflexión en una tercera realidad vinculada a la acción del Espíritu Santo, es decir, los “frutos del Espíritu”, que son nueve, como escribe San Pablo en la Carta a los Gálatas, proponiéndolos en una lista: “el fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y temperancia” (5,22).

“A diferencia de los carismas, que el Espíritu concede a quien quiere y cuando quiere para el bien de la Iglesia, los frutos del Espíritu, son el resultado de una colaboración entre la gracia y la nuestra libertad. No todos en la Iglesia pueden ser apóstoles, profetas, evangelistas; pero todos indistintamente pueden y deben ser caritativos, pacientes, humildes, constructores de paz, etcétera”, ha explicado el Obispo de Roma, que ha hecho especial hincapié en la alegría.

El Papa ha citado varias veces su Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, subrayando cómo “la alegría evangélica, a diferencia de cualquier otra alegría”, que no dura mucho tiempo, “puede renovarse cada día y volverse contagiosa. Esta es la doble característica de la alegría que es fruto del Espíritu: no sólo no está sujeta al inevitable desgaste del tiempo, ¡sino que se multiplica al compartirla con los demás!”.


De ahí el recuerdo de San Felipe Neri, santo que vivió en Roma y pasó a la historia como el santo de la alegría: “San Felipe Neri sentía un amor tal por Dios que a veces parecía que el corazón le iba a estallar en el pecho. Su alegría era, en el sentido más pleno, un fruto del Espíritu… Fue, en su época, un verdadero evangelizador a través de la alegría”.

“La palabra ‘evangelio’ significa buena nueva. Por tanto, no se puede comunicar con caras largas y rostro sombrío, sino con la alegría de quien encontró el tesoro escondido y la perla preciosa”, ha concluido el Papa, que antes de la bendición final ha anunciado que a partir del próximo miércoles las catequesis de la Audiencia General se traducirán también al chino.

Por último, el llamamiento por la paz: “No olvidemos al martirizado pueblo ucraniano. Sufre demasiado. Y ustedes niños, muchachos, piensen en los niños y en los muchachos ucranianos que sufren en este tiempo, sin calefacción, con un invierno muy duro, muy fuerte. Recen por los niños y los muchachos ucranianos. Y recemos también por la paz en Tierra Santa; Nazaret, Palestina, Israel … que haya paz, que haya paz. La gente sufre demasiado. Recemos por la paz todos juntos”.
(FB) (Agencia Fides 27/11/2024)


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