Kinshasa (Agencia Fides) – La cumbre de paz entre Ruanda y la República Democrática del Congo (RDC), con la mediación de Angola, prevista para el domingo 15 de diciembre en Luanda, ha sido cancelada. La suspensión de la reunión entre los líderes de Angola, la RDC y Ruanda ha tenido repercusiones inmediatas en el terreno: en la provincia de Kivu Norte, los rebeldes del M23 han tomado el control de la ciudad de Matembe.
El encuentro tenía como objetivo lograr un acuerdo de paz entre Kinshasa y Kigali, tras meses de tensiones y acusaciones mutuas. El presidente congoleño, Félix Tshisekedi, ha denunciado reiteradamente el apoyo del presidente ruandés, Paul Kagame, al grupo rebelde M23. Sin embargo, la cumbre ha fracasado debido a una condición de última hora impuesta por Ruanda: la celebración de un diálogo directo entre el gobierno congoleño y el M23. Las autoridades de Kinshasa se han negado rotundamente, argumentando que el M23 es un “movimiento terrorista” respaldado por Kigali y, por tanto, no lo reconocen como un interlocutor legítimo.
Durante la reunión, se esperaba firmar un acuerdo que incluía dos compromisos clave: La retirada de las tropas ruandesas del territorio congoleño y la obligación del ejército de Kinshasa de neutralizar en 90 días a las FDLR (Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda), un grupo armado compuesto originalmente por hutus responsables del genocidio ruandés de 1994 y que lleva décadas operando en el este de la RDC. La presencia de las FDLR ha sido utilizada por Ruanda como pretexto para justificar su intervención en territorio congoleño y su apoyo al M23.
Mientras tanto, el domingo 15 de diciembre, el M23 continuó su ofensiva, apoderándose de Matembe, una localidad situada a 60 km de Lubero, centro administrativo de la región homónima.
Según fuentes locales, las tropas del M23, fuertemente armadas y equipadas con vehículos blindados, superaron las líneas defensivas del ejército congoleño, provocando la huida masiva de la población civil. Este avance ha agravado aún más la crisis humanitaria en la región, ya saturada por los miles de desplazados que huyen de la violencia no solo del M23, sino también de otros grupos armados que operan en el este del país.
(L.M.) (Agencia Fides 16/12/2024)