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Monasao (Agencia Fides) - En la República Centroafricana, diciembre es un mes marcado por importantes celebraciones, desde el Día de la República (1 de diciembre) hasta la Navidad y las festividades de fin de año, entre el 31 de diciembre y el 1 de enero. El padre Michele Farina comparte cómo han vivido estos días los pigmeos de la misión de Monasao.
“En Monasao hay muchos niños. Durante las fiestas de fin de año recorren el pueblo cantando, deseando un Feliz Año Nuevo y pidiendo un caramelo o algo de comer”, relata don Michele, misionero Fidei donum de la diócesis de Savona, al término de las celebraciones navideñas.
“En 2024 celebré mi tercera Navidad en Monasao. Si tuviera que elegir dos palabras para describir cómo se vive aquí, serían sencillez y pobreza. Estas palabras, que cobran vida en la comunidad, hacen que la Navidad no se limite a un solo día, sino que se prolongue durante todo el año”, explica el sacerdote, quien está asociado a la Sociedad para las Misiones Africanas (SMA).
La mitad de los habitantes de Monasao son pigmeos bayaka (véase Agencia Fides 18/4/2023), un pueblo seminómada conocido por su habilidad para cazar y adaptarse al entorno. “Muchas familias viven en chozas, llamadas hutte, que recuerdan a un belén. Estas cabañas, construidas con madera y hojas en un solo día, son pequeñas, semiesféricas y con una entrada diminuta. Por la noche, en el centro, encienden un fuego para calentarse y ahuyentar a los insectos. Aunque son humildes, son el corazón del hogar para familias numerosas, donde pueden convivir hasta diez personas”, describe don Michele.
La iglesia también refleja esta sencillez. “En Navidad, preparamos una pequeña cabaña dentro de la iglesia para representar a la familia de Nazaret”, comenta el sacerdote. “La celebración está llena de alegría, con cantos, bailes y regalos en especie ofrecidos durante el ofertorio. Aunque cada domingo es motivo de júbilo en el encuentro con el Señor, la Navidad se celebra con especial solemnidad. Los adornos son modestos: dibujos hechos a mano, trozos de papel, globos colgados de un cordel y algunas ramas de palma transforman el espacio para conmemorar este día especial”.
Sin embargo, las festividades no están marcadas por banquetes. “No hay cena de Nochebuena ni comida especial el 25 de diciembre. Las familias comparten el menú habitual: mandioca, hojas de coco y, para algunos afortunados, un trozo de carne. Así, con lo que tienen, el almuerzo está servido”, concluye el misionero.
(AP) (Agencia Fides 28/1/2025)
