Diocesis de La Rioja
La Rioja (Agencia Fides) – La Rioja es conocida por su rica religiosidad popular, que refleja una combinación de creencias indígenas, tradiciones coloniales y elementos cristianos. Es decir, las celebraciones religiosas no solo están influenciadas por el catolicismo, sino que también reflejan el legado cultural de los pueblos originarios, quienes han mantenido vivas muchas de sus tradiciones y ritos a lo largo de los siglos.
“A menudo, estas celebraciones representan el vínculo entre la espiritualidad indígena y las creencias cristianas”, explica a Fides la hermana Silvia Somaré, misionera de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (ECJ) en La Rioja, y miembro de la Oficina de Comunicación de la diócesis. “La religiosidad popular -continúa- es un rasgo distintivo de nuestra tierra y de la identidad de La Rioja”.
Esta religiosidad se manifiesta principalmente a través de diversas celebraciones que conectan a la comunidad con su fe, su historia y su cultura. El propio Papa Benedicto XVI, en el Santuario de Aparecida el 13 de mayo de 2007, destacó que la religiosidad popular es el "diamante" de América Latina. Las fiestas de La Rioja representan un espacio donde lo sagrado y lo cotidiano se entrelazan, creando una identidad cultural única. El respeto a la tradición, la fuerte participación de la comunidad y la atención a las costumbres son algunos de sus rasgos distintivos. Estas festividades están profundamente arraigadas en la vida social de las comunidades, centradas en la devoción a los santos patronos, la Virgen María y la celebración de los eventos que marcan el calendario tanto rural como urbano. “De ahí”, explica la hermana Silvia, “el sincretismo, la fusión de las creencias indígenas con el catolicismo. Esta mezcla se refleja en los rituales, danzas y tradiciones que simbolizan el vínculo de los habitantes con su pasado ancestral y su fe actual, como se observa principalmente en Tinkunaco” (véase Agencia Fides 13/2/2025).
En todo el país se celebran numerosas fiestas cuyo núcleo es la fe sencilla del pueblo, que vive de manera festiva las celebraciones de sus santos y de la Virgen. No en vano, La Rioja fue fundada en 1591 como la Ciudad de Todos los Santos de Nueva Rioja.
Algunos aniversarios especialmente celebrados son los de San Nicolás de Bari, cada 6 de diciembre. El Santo conocido por su generosidad, representa un símbolo de esperanza y caridad. Como también la fiesta de la Virgen del Rosario de Tama, que se realiza el primer fin de semana de octubre. En esta ocasión los habitantes de la localidad y sus alrededores se reúnen en una emotiva procesión hacia la iglesia, donde se honra a la Virgen del Rosario, quien es considerada protectora de la comunidad. Durante la festividad, se celebran misas, actividades culturales, danzas y comidas típicas, creando un ambiente de alegría y unidad. La devoción a la Virgen del Rosario también se manifiesta en la creación de altares y ofrendas que los fieles colocan a su paso, un elemento emblemático de la religiosidad popular en la región.
Otra fiesta religiosa muy popular es la de Santa Rita de Chilecito celebrada el 22 de mayo, en honor de “la abogada de los casos imposibles”. La celebración comienza con una novena previa, donde la comunidad se reúne para rezar y pedir intercesión a la santa. Los fieles participan en una emocional procesión que culmina en la misa, donde se destacan testimonios de milagros atribuidos a la santa Rita.
En Navidad, en la pre-cordillera de los Andes, en la zona de Jagüe, se celebra a la Virgen de Andacollo en donde los mineros la veneran y rinden homenaje. Y la misma devoción se vive en la zona de Sanagasta por la Virgen de la India. Mientras que en Semana Santa, se celebra una tradición de Fe y Arte, en Famatina, donde todo está profundamente arraigado a la fe y la tradición local. Lo que la distingue de otras conmemoraciones es la presencia de un Cristo articulado de madera, una imagen religiosa única que es central en las procesiones y actos litúrgicos.
(AP) (Agencia Fides 3/3/2025)