ASIA/HONG KONG - El misionero del PIME Giosuè Bonzi deja Hong Kong tras sesenta años dedicados al cuidado de los discapacitados

jueves, 6 marzo 2025

Hong Kong (Agencia Fides) - El padre Giosuè Bonzi, misionero del Pontificio Instituto Misiones Extranjeras (PIME) y figura muy querida en Hong Kong, ha regresado a su tierra natal en Lombardía a la edad de 85 años, después de seis décadas dedicadas al servicio de los discapacitados físicos y psíquicos. Su despedida ha conmovido profundamente a la comunidad, tanto católica como no católica, que lo ha acompañado hasta el aeropuerto en un emotivo adiós. De vuelta en Italia, residirá en la Casa de Reposo de los Misioneros del PIME, en el barrio de Rancio, en Lecco.

Según Kung Kao Po, el boletín diocesano de Hong Kong, el padre Bonzi se ha ganado el respeto y la admiración de todos por su amor incondicional y su incansable apoyo a los más vulnerables de la sociedad. Su labor no solo ha sido reconocida por la comunidad eclesial, sino también por las autoridades civiles, que le han concedido varios honores a lo largo de los años en agradecimiento a su servicio. Él, que llegó a Hong Kong en 1967, apenas un año después de su ordenación sacerdotal, se encoge de hombros ante los elogios y replica: “¿Qué he hecho en Hong Kong? Nada especial”, repite el Padre Joshua.

Fundador de la “Fu Hong Society”, el padre Bonzi ha dedicado su vida a acoger y cuidar a los más desfavorecidos en una de las sociedades más desarrolladas y tecnológicamente avanzadas del mundo. Bajo su impulso, se crearon unos cincuenta hogares para discapacitados, brindándoles atención y dignidad. En los días previos a su partida, ha participado en misas y encuentros organizados por distintas comunidades, que han querido expresarle su gratitud por el legado de fe, compasión y esperanza que deja tras de sí.

Nacido en 1940 en San Giovanni Bianco, provincia de Bérgamo, el padre Bonzi ingresó en el PIME y fue ordenado sacerdote en 1966. Su madre soñaba con que fuera sacerdote diocesano y párroco en una iglesia cercana a su hogar, pero él fue enviado de inmediato a la misión en Hong Kong. Allí comenzó su labor en el ámbito educativo como director de un instituto y, más tarde, en el sector sanitario como capellán del “Caritas Medical Centre”. Durante años, también estuvo al frente de la pastoral para discapacitados.

Según el sitio web de la “Fu Hong Society”, la organización, fundada en 1977, cuenta actualmente con más de 70 unidades de servicio que atienden a más de 4.000 personas con discapacidad intelectual, trastornos del espectro autista, discapacidades físicas o en proceso de recuperación mental. Además de atención residencial, la entidad ofrece programas de rehabilitación, formación profesional y servicios de apoyo comunitario. Fiel a su vocación, el padre Bonzi siempre ha compartido su vida con los niños y jóvenes a los que servía, reflejando en su misión la caridad de Cristo.
(NZ) (Agencia Fides 08/03/2025)


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