AMÉRICA/HAITÍ - “Educar para crear una Comunidad solidaria y fraterna”: escuela de alfabetización para jóvenes y adultos

miércoles, 5 marzo 2025

MM

Jeremie (Agencia Fides) – “He vuelto a Jérémie por unos días para aprovisionarme de lo necesario y poder continuar con las actividades comunitarias. Con la fiesta del 8 de marzo al horizonte: la parroquia, junto con las mujeres de Pourcine-Pic Makaya, está organizando una jornada de formación, diálogo y celebración. Espero regresar a la parroquia con todo el material necesario para comenzar las clases de alfabetización de adultos a mediados de marzo”, declara a la Agencia Fides el padre Massimo Miraglio, misionero camilo y párroco de la comunidad de Pourcine-Pic Makaya.

“Gracias al apoyo de la organización humanitaria Heks Eper”, prosigue, “debería poder transportar las chapas para el tejado de la casa de acogida de visitantes hasta el fondo del valle. Luego, la gente del lugar las llevará hasta el pueblo”. Sin embargo, advierte que las obras de la casa avanzan lentamente a pesar de haber simplificado mucho el proyecto. “Las dificultades son muchas”, añade.

Haití es el país más pobre del continente americano, con una tasa de analfabetismo muy importante entre los jóvenes y los adultos, especialmente en las zonas rurales, donde el acceso a la educación para estas dos categorías de personas es casi imposible. El analfabetismo es un obstáculo para el desarrollo humano y socioeconómico de las comunidades, reduciendo las oportunidades de empleo y la participación de los ciudadanos en la sociedad civil. En el complejo contexto rural haitiano, esta realidad agrava la discriminación de las mujeres y de los grupos más vulnerables.

Gracias al apoyo de Midian Orizzonti ETS, la organización sin ánimo de lucro de los Religiosos Camilos, el proyecto de alfabetización para jóvenes y adultos (Alfa) en la comunidad rural de montaña de Pourcine-Pic Makaya sigue adelante con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. “A mediados de febrero, los profesores de Alfa participaron en una jornada de formación sobre la enseñanza en estas escuelas para adultos. Fue una experiencia muy enriquecedora para todos y esperamos poder organizar más sesiones pronto. Es otro pequeño paso adelante para nuestra comunidad. Ya se han inscrito 150 personas y contamos con la participación de 12 profesores”. “La educación -insiste el padre Massimo Miraglio- es una herramienta fundamental para que Pourcine-Pic Makaya luche contra la pobreza. La alfabetización es clave tanto para las personas, ya que amplía sus posibilidades de desarrollo, como para la comunidad local, al fortalecer su resiliencia y promover un modelo de desarrollo sostenible”.

El padre Miraglio también habla de otro proyecto en el que está trabajando, al que califica de “más delicado” y complejo: un programa de microcréditos para 20 mujeres con hijos de la comunidad de Pourcine-Pic Makaya. “Es un programa con un potencial impacto significativo, pero que debe ser gestionado con cautela. La situación en Haití es difícil en todas partes en este momento, pero, al igual que nuestros hermanos y hermanas de Puerto Príncipe, seguimos firmes en nuestro lugar. Y trabajamos…”.

La experiencia en diversos países ha demostrado que, con un capital financiero incluso limitado, las personas en situación de pobreza pueden lograr cambios profundos en sus vidas. Este proyecto de microcrédito está dirigido especialmente a mujeres con hijos y busca valorar su bagaje personal y sus competencias, permitiéndoles poner en marcha actividades que, por falta de recursos, no pueden desarrollar. Sus principales objetivos son reforzar la confianza en sí mismas de las beneficiarias, mejorar la estabilidad económica de sus hogares y ayudarles a superar el umbral de pobreza.

“Estamos entrando en la gran temporada de siembra de judías y maíz, un periodo de intenso trabajo para la comunidad de Pourcine-Pic Makaya”, señala el padre Miraglio, quien está involucrado en múltiples frentes. “Yo también estoy preparando una parte del terreno de la parroquia para la siembra, con la esperanza de que haya una buena cosecha para todos, si Dios quiere. Es importante compartir las mismas esperanzas y trabajar junto a ellos”.

Mientras tanto, el misionero camilo también ha puesto en marcha un proyecto para la producción de café, aunque su progreso se ha visto ralentizado por las fuertes lluvias, que han retrasado la germinación de las semillas sembradas a finales de 2024. “Además, las fitocélulas -pequeños sacos comprados en Italia- siguen atrapadas en Puerto Príncipe, ya que el acceso por tierra a Jérémie continúa bloqueado”, explica. “Reactivar el cultivo del café es fundamental para la comunidad de Pourcine-Pic Makaya. Mientras tanto, el primer semillero está germinando y, por fin, he conseguido un primer lote de pequeñas bolsas para las plantitas. Pronto tendremos que preparar el espacio físico para el vivero”.

Este vivero será gestionado por los alumnos de los cursos 4, 5 y 6 de la escuela parroquial, niños y niñas de entre 12 y 16 años, bajo la guía de un anciano caficultor. “De vez en cuando, un agrónomo que pase por la zona nos ofrecerá formación teórica”, concluye el padre Miraglio.
(AP) (Agencia Fides 5/3/2025)


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