ÁFRICA/RD. CONGO - “La inseguridad reina en Bukavu donde no pasa una noche sin que se encuentren tres o cuatro cadáveres en la calle”.

jueves, 6 marzo 2025 guerras   crímenes de guerra  

Kinshasa (Agencia Fides) – “No pasa una noche en Bukavu sin que se encuentren tres o cuatro cadáveres en la calle. Los cuerpos emergen del lago”, indican a la Agencia Fides fuentes eclesiásticas locales de Bukavu, la capital de Kivu del Sur (al este de la República Democrática del Congo), que cayó en manos de la guerrilla del M23 a mediados de febrero (véase Fides 17/2/2025).

Nuestras fuentes, que por razones de seguridad han pedido el anonimato, describen una ciudad gobernada por la ley del más fuerte.

“Los bandidos de barrio siguen actuando, pero normalmente no matan... Pequeños o grandes robos son intentados por estos bandidos, pero los grandes saqueos son realizados impunemente por el M23 y sus aliados: un banco vaciado, tres depósitos de casiterita saqueados”.

También se señala que “los saqueos que sufrió la ciudad antes del domingo 16 de febrero, día de la entrada oficial del M23, no son atribuibles únicamente a los jóvenes y muchachos que recuperaron las armas abandonadas por los soldados de las FARDC (ejército regular congoleño) que huían. En realidad, el M23 entró el viernes 14 y el gran saqueo del mercado de Kadutu, acompañado de devastación, tuvo lugar el sábado 15”.

El relato continúa mostrando cómo el pillaje por parte de los ocupantes se produce a gran escala: “El último robo de minerales conocido tuvo lugar en el distrito de Nguba en la noche del jueves 27 al viernes 28 de febrero: 34 bidones de casiterita ya precintados y listos para la venta, volcados y cargados en grandes autobuses en plena noche, tras atar a dos guardias y golpear y llevarse a otros dos, que no fueron liberados hasta el domingo. Por radio, las nuevas autoridades han instado a la población a denunciar los saqueos. ¿A quién? Se pregunta abatido un gerente”.

“Sin embargo, cuando hay un ataque de bandidos armados y la gente llama al M23, vienen y disparan sin piedad a cualquiera que encuentren en la zona, aunque sólo sean las ocho de la noche. Disparan a matar, dicen que no tienen balas que desperdiciar. El 4 de marzo, la Cruz Roja enterró a parte de las víctimas de las bombas del 27 de febrero en el cementerio de Bagira (véase Fides 27/2/2025), otros cuerpos fueron recuperados por las familias. Las nuevas autoridades han entregado un sobre con dinero a las familias de las victimas, pero dicen que tienen poco dinero porque la guerra es cara”.

“Apenas hay coches en la carretera, aparte de taxis y coches viejos. Los mejores ya han sido tomados por el M23 o están escondidos. Si sales en un Land cruiser, es fácil que te paren y te pidan las llaves. Los coches se envían a Ruanda, como los minerales saqueados. Si necesitabas alguna prueba más de en nombre de quién se está librando esta guerra...”.

La inseguridad ha paralizado la vida social en Bukavu. Las fuentes informan que “las escuelas no se reanudan porque los padres tienen miedo de dejar que sus hijos salgan de casa; además, no sabrían cómo pagar las cuotas trimestrales dada la creciente miseria. Por otro lado, ¿quién paga los sueldos de los profesores? A los periodistas se les ha dicho lo que tienen que hacer: cantar la gloria de los ocupantes, no dar información de Kinshasa, sólo la suya, no hablar más de 'zonas ocupadas', sino de 'zonas liberadas', nada de 'Sindicato de Prensa', ellos mismos darán a los periodistas un carné, cada medio de comunicación tendrá que indicar su ubicación”.

Y para concluir las fuentes añaden: “en las calles se cierne un manto de tristeza sobre todo el mundo, algo muy poco habitual en el pueblo congoleño”.
(L.M.) (Agencia Fides 6/3/2025)


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