Por Gianni Valente
Damasco (Agencia Fides) – La profesora universitaria Hind Aboud Kabawat, es la única cristiana incluida en el Comité de siete miembros (cinco hombres y dos mujeres) encargado de preparar la anunciada Conferencia Nacional de Siria. Esta asamblea debería marcar el inicio del proceso para la formulación de una nueva Constitución y la definición de la futura estructura institucional del país.
Los integrantes del Comité fueron seleccionados por el autoproclamado presidente interino, Ahmad al Sharaa, quien, bajo el nombre de Abu Muhammad Jolani, dirigió durante años la Hayat Tahrir al Sham, una formación de origen yihadista que ha tenido un papel clave en la lucha contra el régimen de Assad, colapsado el pasado mes de diciembre.
La inclusión de Hind Kabawat en el Comité parece una estrategia de los nuevos líderes sirios para demostrar su apertura e integración hacia las comunidades cristianas autóctonas. Su perfil profesional revela además los criterios que guían las actuales estrategias geopolíticas de los nuevos vértices de Siria.
De fe católica, Hind Kabawat procede de una familia cristiana interconfesional: su padre es greco-católico y su madre, greco-ortodoxa. Tiene dos hijos -un niño y una niña- y su trayectoria académica y profesional está marcada por un firme compromiso en iniciativas de diálogo interreligioso, mediación, pacificación y promoción de la mujer en una Siria devastada por años de conflicto.
Hind Kabawat se licenció en Economía por la Universidad de Damasco y obtuvo un segundo título en Derecho por la Universidad Árabe de Beirut. Su formación académica continuó con un máster en Relaciones Internacionales en la Fletcher School of Law and Diplomacy de la Universidad de Tufts (Massachusetts, EE.UU.) y certificaciones en Resolución de Conflictos y Liderazgo Estratégico de la Universidad de Toronto y en Negociación de la Universidad de Harvard.
Dirige el programa Interfaith Peacebuilding en el Center for World Religions, Diplomacy and Conflict Resolution (CRDC) de la Universidad George Mason, en Virginia, y ha sido directora adjunta de la oficina en Ginebra de la Comisión de Negociación sobre Siria, antes conocida como Alto Comité de Negociaciones (High Negotiations Committee, HNC). En este cargo, participó en las ocho rondas de conversaciones de paz de Ginebra sobre Siria en 2017. Su experiencia en estos foros la convirtió en una figura conocida en redes y organismos internacionales que seguían de cerca las demandas de los grupos de oposición al régimen sirio durante la guerra civil.
Además, ha contribuido también a la fundación de Tastakel, un centro de formación para mujeres dedicado a la promoción de la no violencia y el diálogo en situaciones de conflicto.
El portavoz del Comité Preparatorio de la Conferencia Nacional, Hassan Dagheim, aseguró en una entrevista a la agencia siria oficial SANA que el comité garantizará la representación de todas las realidades sociales, étnicas, culturales y religiosas de Siria, sin adoptar un enfoque de cuotas sectarias. No obstante, algunos analistas locales cuestionan cuál será la verdadera influencia de Hind Kabawat en un comité dominado por figuras vinculadas al islamismo radical.
En los últimos meses, en ciudades como Alepo, varios Consejos locales de Colegios Profesionales (médicos, abogados, etc.) han sido reconfigurados con la presencia predominante de personas ligadas a Hayat Tahrir al Sham y otros grupos influyentes en la Siria post-Assad.
Ya a finales de agosto de 2022, los milicianos islamistas de Hayat Tahrir al Sham permitieron la celebración de una misa en una iglesia que llevaba una década cerrada en Idlib, bajo su control. La Agencia Fides (véase Fides 6/9/2022) informó que el propio líder del grupo, Jolani, “garantizó” la liturgia en la iglesia apostólica armenia de Santa Ana, en Yacoubia, al noroeste de Idlib. Decenas de cristianos de diversas confesiones asistieron a la ceremonia en un templo que había sido utilizado como refugio para desplazados. Las imágenes del evento fueron difundidas por las propias milicias islamistas, en lo que algunos interpretaron como un gesto estratégico más que un verdadero cambio de actitud.
En las semanas previas, Muhammad al Jolani se había reunido con representantes de las comunidades cristianas aún presentes en las localidades de Qunaya, Yacoubia y al Yadida. Durante estos encuentros, les aseguró su intención de “proteger” sus celebraciones litúrgicas y de restituir progresivamente los bienes inmuebles confiscados anteriormente a propietarios cristianos.
La medida generó reacciones diversas. Grupos islamistas salafistas como Hurras al Din acusaron a Jolani de hacer que la provincia de Idlib fuera “menos musulmana”. Otros analistas interpretaron la iniciativa como parte de una estrategia para proyectar internacionalmente la imagen de un giro moderado dentro de su grupo islamista. Desde Hayat Tahrir al Sham, algunos milicianos insistieron en la necesidad de “abrir una nueva página” y reafirmaron que el islam no prohíbe a los no musulmanes -incluidos los cristianos- practicar libremente sus ritos.
Sin embargo, el pasado de Jolani sigue marcando su imagen internacional. En 2013, el Departamento de Estado de EE.UU. lo calificó de “terrorista global”. En 2022, algunos analistas vinculados a think tanks estadounidenses empezaron a evaluar la supuesta evolución de los distintos grupos dentro del movimiento yihadista. En un análisis sobre Hayat Tahrir al Sham publicado por el Washington Institute for Near East Policy, el experto Aaron Y. Zelin afirmaba que Jolani “ya no es solo el líder de un grupo terrorista o una facción rebelde”, sino que debe ser visto como el representante de un giro estratégico, que incluiría incluso un cambio de actitud hacia Estados Unidos. Según Zelin, el grupo habría utilizado “canales clandestinos para transmitir un mensaje a funcionarios estadounidenses: ‘Queremos ser vuestros amigos. No somos terroristas. Solo luchamos contra Assad. No somos una amenaza para vosotros’”.
(GV) (Agencia Fides 14/2/2025).