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Seúl (Agencia Fides) – El número de recién nacidos y la tasa global de fecundidad en Corea del Sur están en alza, invirtiendo por primera vez en nueve años la tendencia decreciente. Según los datos de tendencias demográficas para 2024 publicados por el Instituto de Estadística de Corea, el año pasado se registraron 238.300 nacimientos, 8.300 más que el año anterior, lo que representa el primer incremento desde 2015. Asimismo, la tasa global de fecundidad -el número de hijos que tiene una mujer a lo largo de su vida- subió a 0,75, un aumento de 0,03 respecto al año anterior.
Sin embargo, el informe destaca que esta cifra sigue siendo muy inferior a la media de los países miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), que es de 1,51.
Según el Instituto de Estadística, hay tres razones que explican el repunte del número de nacimientos: el aumento de la población en edad fértil; el incremento de los matrimonios, retrasados por la pandemia; y, además, el inicio de un cambio “cultural” en los valores que los jóvenes asocian con el matrimonio.
La cifra ha generado cierto optimismo. Joo Hyung-hwan, vicepresidente del Comité gubernamental para la Baja Natalidad y el Envejecimiento de la Sociedad -creado especialmente en el poder ejecutivo para abordar estos fenómenos-, ha declarado: “Este año, el número de recién nacidos aumentará en 10.000 en comparación con el año pasado, alcanzando aproximadamente 250.000, y la tasa total de fertilidad se situará en torno a 0,79”. “Los cambios positivos son evidentes”, ha añadido, destacando “el resultado de los esfuerzos conjuntos no solo del Gobierno, sino también de las empresas y de las autoridades locales”.
Como medida para contrarrestar la baja natalidad, el Ejecutivo pretende aumentar el permiso parental para los hombres; ampliar las ayudas fiscales a las empresas que destaquen en la conciliación de la vida laboral y familiar; y hacer obligatorio que las empresas conciencien a sus empleados sobre la importancia de equilibrar el trabajo y la familia.
En 2024, el Presidente Yoon Suk Yeol, actualmente imputado, propuso la creación de un nuevo ministerio dedicado a abordar la “crisis demográfica nacional”, con un enfoque más amplio que no solo se centre en el dinero y el cuidado de los niños, sino que también, como ha señalado un amplio debate nacional, se oriente hacia la cultura, para encontrar un equilibrio entre el trabajo y la familia. Para ello, se pretende incentivar a las empresas a fomentar entre sus empleados el deseo de ser padres. En junio de 2024, el Comité anunció un paquete titulado “Medidas para invertir la tendencia a la baja natalidad”.
Un cambio en las prácticas sociales y en el sistema laboral podría ser crucial para un país que ha visto caer su tasa de natalidad hasta el nivel más bajo del mundo en la última década. Los sociólogos señalan que las mujeres coreanas han priorizado su promoción profesional sobre el matrimonio o la maternidad, mientras que el aumento del coste de la vivienda, el elevado coste de la vida y los altos gastos asociados a criar a un hijo también han contribuido a esta tendencia. Sin embargo, según los economistas, la crisis demográfica se ha convertido en el mayor riesgo para el crecimiento de la cuarta economía asiática y su sistema de seguridad social, ya que la población, actualmente de 51 millones de habitantes, podría reducirse a la mitad a finales de siglo si no se invierte esta tendencia.
El padre Oh Seok-jun, director del Comité para la Vida de la Archidiócesis de Seúl, ha invitado a considerar la baja natalidad no “sólo como una cuestión de números”, ni como un fenómeno que pueda solucionarse únicamente mediante tecnologías de reproducción asistida, como algunos sostienen. Es necesario, ha remarcado, “mirar la cuestión desde un punto de vista espiritual y esperanzador”: “Un hijo es un don de gracia concedido por el Señor a través de la unión perfecta de amor entre un hombre y una mujer. Por eso la Iglesia católica, en su pastoral con los jóvenes y las parejas, nos invita a mirar al futuro con esperanza”. Este planteamiento es precisamente lo que el Año Santo Jubilar propone con profundidad y plenitud.
En el marco jubilar, la parroquia de Yeokchon-dong, perteneciente a la archidiócesis de Seúl, el 23 de febrero celebró una “Ceremonia de bendición para familias con tres o más hijos”, con el objetivo de sensibilizar a las parejas sobre la protección de la vida y contrarrestar la grave crisis de baja natalidad en Corea. Yuliana Kim Min-jeong, responsable del Departamento de Vida Familiar de la parroquia, ha declarado al respecto: “Ha sido inspirador para los creyentes ver a parejas con tres hijos viviendo una vida de fe y encomendándose al Señor en estos tiempos difíciles. Esperamos que su testimonio influya positivamente y brinde ánimo y esperanza a las parejas jóvenes”.
Asimismo, es necesario superar, tanto a nivel de mentalidad como de tendencias sociales, una cultura que privilegia el individualismo en detrimento de las relaciones de pareja. Según el censo de población realizado por la Oficina de Estadística de Corea, la proporción de hogares unipersonales en el país ha superado el 35% en 2023. En el año 2000, existían 2,2 millones de hogares unipersonales; en 2015, la cifra superó los 5 millones, y para 2023 han llegado a 7,8 millones. En este contexto, la Iglesia católica, especialmente a través de la pastoral de los jóvenes adultos, desempeña un papel activo para ayudar a quienes, habiendo ingresado al mundo laboral, optan por vivir solos y formar un hogar unipersonal. El objetivo es proponerles formas de socialización positiva que les permitan abrirse a los demás y desarrollar relaciones interpersonales, considerando su vida desde la perspectiva de la entrega y no del mero interés personal.
(PA) (Agencia Fides 28/2/2025)