EUROPA/ITALIA - Atención hacia los últimos: el hilo que une a la hna. Ana Rosa Sívori con el Papa Francisco

miércoles, 30 abril 2025

FMA

Por Antonella Prenna

Roma (Agencia Fides) – «Os lo ruego, este benefactor dijo que esta ofrenda debe servir para los más necesitados». Es de esta mañana el testimonio que la hna. Ana Rosa Sívori, prima del Papa Francisco, ha compartido con la Agencia Fides. La frase es del Papa Francisco que, en una conversación con la hna Ana Rosa, precisó que una suma de dinero que le había sido donada estaba destinada a la comunidad de las hermanas Hijas de María Auxiliadora (FMA), a la que pertenece la religiosa, para la construcción de viviendas para familias necesitadas en Bam Pong, Tailandia.

La hna. Ana Rosa, de 83 años, nació en Buenos Aires y lleva 60 años como misionera en Asia. Tras formarse en Turín y pasar tres años en la India, fue destinada a Tailandia, donde ha desarrollado la mayor parte de su vida misionera.

«Llegué a Roma el 23 de abril por la noche y sólo pude ir a saludar a Francisco a la Basílica de San Pedro el 25 de abril. Estuve desde por la mañana, a las 9, hasta por la tarde, a las 18. Recé y charlé con él delante de su féretro y estoy segura de que me estaba escuchando. Ver la enorme afluencia de personas que se desplazaron desde todas partes del mundo me causó un impacto muy fuerte».

«Esta mañana, 30 de abril, he podido ir a despedirme de él a la basílica de Santa Maria la Mayor. Encontrarme delante del mármol blanco me ha impresionado un poco, me emociona saber que está allí, donde siempre quiso estar. La nuestra es una familia muy unida y aunque no pudiésemos hablar durante mucho tiempo siempre sabíamos todo los unos de los otros. Mi padre estaba muy unido a 'Jorge', como seguía llamándole, y siempre sabía todo lo que hacía. Nos bautizaron en la misma basílica de Buenos Aires donde están las FMA. Celebró los funerales de mis padres, de nuestro abuelo y el matrimonio de mi hermana. Sabíamos que los domingos al mediodía siempre llamaba a su hermana enferma y hablábamos de cosas de familia. Celebré mi 80 cumpleaños con él aquí en Roma, después de estar en Argentina y antes de volver a Tailandia».

«Con él hablábamos a menudo de misión, quería estar informado sobre la relación que tenían los sacerdotes con los budistas, que son mayoría en Tailandia. Siempre compartíamos el pensamiento de mirarnos a la cara y ver qué necesitan. Mi deseo es que los cardenales que se reunirán en Cónclave sigan la línea de Francisco por una Iglesia del pueblo», subraya la misionera.

Las FMA están presentes en Tailandia con ocho comunidades centradas en la educación escolar. En concreto, están en el noroeste del país en la ciudad de Chom Tong, en el noreste en las ciudades de Phon Sung y Udon Thani, más al sur en la ciudad de Bam Pong, en San Phran. Además de 2 en Bangkok.
La hna. Ana Rosa vive actualmente en Bam Pong, donde, por motivos de edad y salud, ya no enseña, pero colabora en lo que puede y ayuda a redactar las crónicas anuales de la comunidad.

«En toda Tailandia somos unas 80 hermanas. En Bam Pong, 17. Nuestra comunidad fue la primera casa FMA abierta en el país, en 1933. Las primeras hermanas formaron a las locales y acogieron a quienes fueron expulsadas de China. Aquí los cristianos son muy pocos, pero mantenemos buenas relaciones con los budistas, que también envían a sus hijos a nuestras escuelas. La educación es para nosotras una prioridad y, para dar la oportunidad al mayor número posible de personas, tenemos las tasas de matrícula más bajas de todas las escuelas del país» explica la religiosa.

«Nuestras escuelas están muy concurridas, sólo en Bam Pong tenemos 3200 alumnos y entre ellos como mucho un centenar son cristianos. Presentamos a las jóvenes el carisma de nuestra fundadora, la Madre Mazzarello. Las escuelas de nuestras comunidades abarcan desde preescolar hasta la secundaria. En general, son escuelas femeninas, salvo el jardín de infancia y un centro fuera de la ciudad, donde aceptamos a hermanos que deben acompañar a sus hermanas hasta tercer grado» continúa la hermana.

«La presencia católica en Bam Pong -concluye la hermana Ana Rosa- es fuerte. Hay un convento de Capuchinos, un hospital de los Misioneros Camilos, la escuela de los Misioneros Salesianos, la parroquia de San José que es muy grande y la llevan los Salesianos, además de un cementerio que tenemos justo al lado de nuestra comunidad».
(Agencia Fides 30/4/2025)

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