Juba (Agencia Fides) - Ayer, 16 de enero, se produjeron disturbios en Juba, capital de Sudán del Sur, donde los manifestantes salieron a la calle para protestar contra la matanza de sursudaneses en el vecino Sudán.
Algunos delincuentes aprovecharon el caos para saquear tiendas pertenecientes a ciudadanos sudaneses y asaltar la embajada sudanesa, en la que se vio afectado un diplomático. La policía disparó al aire para dispersar a la multitud.
La noticia de la matanza de civiles, entre ellos ciudadanos sursudaneses, tras la toma de Wad Madani por las Fuerzas Armadas de Sudán (FAS) ha causado agitación. Wad Madani, capital del estado de Jazira (principal productor de cereales de Sudán), fue reconquistada por las SAF el 11 de enero, arrebatándosela a los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que la habían tomado en diciembre de 2023. La ira de los sursudaneses se ha visto avivada por los vídeos que circulan por Internet y que muestran las atrocidades cometidas por los militares de las SAF contra sursudaneses y sudaneses de Sudán Occidental.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Sudán del Sur había convocado al embajador sudanés para protestar por la “pérdida de vidas de ciudadanos inocentes”.
El gobierno de Jartum ha declarado que ha creado una comisión de investigación sobre las masacres cometidas en Wad Madani. Según el embajador sudanés en Juba, las violaciones de los derechos humanos no fueron cometidas por militares regulares, sino por una milicia afiliada al ejército. Un portavoz de las SAF admite que ha habido “violaciones cometidas por parte de algunos individuos”.
En el momento de ser conquistada por las SAF, en diciembre de 2023, Wad Madani, situada al sur de la capital, Jartum, se consideraba una zona relativamente segura, por lo que miles de personas (incluidos ciudadanos sursudaneses) que huían de los combates en otras zonas de Sudán habían encontrado refugio allí, y por tanto llevaban atrapadas en la ciudad más de un año.
Su reconquista por las SAF supuso un paso importante en el conflicto sudanés, marcado por las persistentes violaciones de los derechos humanos por parte de todas las facciones sobre el terreno. El gobierno estadounidense ha impuesto sanciones tanto al jefe de las SAF, Mohammad Hamdan Dagalo Mousa, como al comandante de las SAF, general Abdel Fattah Al-Burhan, por crímenes cometidos contra civiles. También ha sido sancionado Ahmad Abdalla, ciudadano sudanés-ucraniano y funcionario del Sistema de Industrias de Defensa (DIS, el complejo industrial militar sudanés antes conocido como Military Industrial Corporation MIC), y de Portex Trade Limited, empresa con sede en Hong Kong controlada por Abdalla, por violar el embargo de armas impuesto por la ONU a las facciones sudanesas.
(L.M.) (Agencia Fides 17/1/2025)