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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “La salvación que” Jesús “nos da todavía no está realizada plenamente, lo sabemos; y sin embargo guerras, injusticias, dolor y muerte no tendrán la última palabra. El Evangelio, en efecto, es palabra viva y segura, que nunca defrauda. El Evangelio no defrauda jamás”.
En la Basílica de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco ha presidido la Santa Misa con ocasión del VI Domingo de la Palabra de Dios, instituido en 2019 por el propio Pontífice. La Celebración ha marcado también la conclusión del evento de tres días dedicado al Jubileo del Mundo de la Comunicación.
Cuando se nos proclama el Evangelio, ha sugerido el Papa, “no se trata sólo de escuchar, de entender; no. Esas palabras deben llegar al corazón y causar estupor” porque “la Palabra de Dios siempre nos sorprende, siempre nos renueva, entra en el corazón y nos renueva siempre”. De hecho, “la Palabra de Dios siempre nos sorprende, siempre nos renueva, entra en el corazón y nos renueva siempre De ese modo, nuestro corazón, inflamado por la fe, aguarda en la esperanza la llegada del Reino de Dios”.
“Respondamos con entusiasmo al gozoso anuncio de Cristo. El Señor, en efecto, no nos ha hablado como a oyentes mudos, sino como a testigos, llamándonos a evangelizar en todo tiempo y en todo lugar”, ha concluido el Papa, que a continuación ha conferido el ministerio del lectorado a cuarenta laicos y laicas de diversas naciones: 4 de Albania, 3 de Argentina, 5 de Austria, 1 de Bolivia, 4 de Brasil, 5 de Filipinas, 1 de Islandia, 6 de Italia, 5 de México, 1 de Polonia y 5 de Eslovenia.
Según el rito, cada uno de ellos ha recibido un ejemplar de la Biblia Nova Vulgata: “Se lo agradecemos y rezamos por ellos. Rezamos por todos ustedes. Comprometámonos todos a llevar la buena noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos, a dar la vista a los ciegos y a proclamar un año de gracia del Señor”.
Tras la celebración, el Pontífice ha aparecido en la Plaza de San Pedro para el rezo del Ángelus. Y en vísperas de la Jornada Internacional de Conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto, que este año coincide con el 80 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, el Papa Francisco ha recordado los horrores de la Shoah, durante la cual también murieron “muchos cristianos, entre ellos numerosos mártires”. “El horror del exterminio de millones de personas hebreas y de otras fes que tuvo lugar en aquellos años no se puede olvidar ni negar”.
A continuación, el Pontífice ha abordado el actual conflicto en Sudán, que “está provocando la crisis humanitaria más grave del mundo, con consecuencias dramáticas también en Sudán del Sur. Deseo manifestar mi cercanía a las poblaciones de ambos países, y las invito a la fraternidad, a la solidaridad, a evitar cualquier tipo de violencia y a no dejarse instrumentalizar”. Por ello, el llamamiento “a las partes en guerra en Sudán para que cesen las hostilidades y acepten sentarse a una mesa de negociación. Exhorto a la comunidad internacional a que haga todo lo posible para hacer llegar las ayudas humanitarias necesarias a los desplazados, y para ayudar a los beligerantes a encontrar pronto caminos hacia la paz”.
El Papa también ha llamado la atención sobre la situación en Colombia, especialmente en la región de Catatumbo, “donde los enfrentamientos entre grupos armados han provocado numerosas víctimas civiles y más de 30.000 desplazados. Les expreso mi cercanía y rezo por ellos”, ha añadido el Obispo de Roma, que no ha olvidado que hoy se celebra a Jornada mundial de los Enfermos de Lepra: “Animo a todos los que operan en favor de los afectados por esta enfermedad a proseguir en su compromiso, y a que ayuden a quienes sanan a reincorporarse a la sociedad. ¡Que no sean marginados!”.
(F.B.) (Agencia Fides 26/1/2025)