VATICANO - Papa Francisco: Jesús en su misión, pone en primer lugar el encuentro

domingo, 9 febrero 2025

Vatican Media

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Jesús no está preocupado por ejecutar una tarea, ni por ajustarse a un plan de acción en su misión; al contrario, siempre pone en primer lugar el encuentro con los demás, la relación, la preocupación por esas fatigas y esos fracasos que a menudo abruman el corazón y quitan la esperanza”.

Con estas palabras, el Papa Francisco ha presidido esta mañana en la Plaza de San Pedro una solemne concelebración eucarística, que ha marcado la conclusión de los actos jubilares dedicados a las Fuerzas Armadas y de Policía.

El Pontífice no ha leído el texto completo de su homilía. “Me disculpo y pido al Maestro de las Celebraciones Litúrgicas que continúe la lectura, por dificultad en la respiración”, ha señalado tras leer la primera parte y añadir algunas palabras espontáneas. El pasado jueves, la Oficina de Prensa de la Santa Sede informó en un comunicado que el Papa padecía bronquitis, razón por la cual las audiencias del fin de semana se celebraron en la Casa Santa Marta.

A continuación, el arzobispo Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, ha proseguido con la lectura del testo.

En su reflexión, el Papa ha destacado tres palabras clave, extraídas del pasaje del Evangelio según San Lucas proclamado en la liturgia del día, que narra la llamada de los primeros Apóstoles: "vio", "subió" y "se sentó".

Cristo –se ha subrayado en la homilía– “fija su mirada llena de compasión en los ojos de esas personas, comprendiendo su desánimo, la frustración de haber trabajado toda la noche sin recoger nada, la sensación de tener el corazón vacío”. Pero Jesús “no se limita a observar las cosas que no van bien, como a menudo hacemos nosotros, acabando por encerrarnos en el lamento y la amargura; Él, en cambio, toma la iniciativa, sale al encuentro de Simón, se detiene con él en ese momento difícil y decide subir a la barca de su vida”.

Jesús se sienta “para enseñar, es decir, para anunciar la buena noticia, para llevar la luz en esa noche de desilusión, para narrar la belleza de Dios en las fatigas de la vida humana, para hacerles sentir que todavía hay una esperanza, aun cuando todo parece perdido”. Y es entonces cuando se produce el milagro: “cuando el Señor sube a la barca de nuestra vida para llevarnos la buena noticia del amor de Dios que siempre nos acompaña y nos sostiene, entonces la vida vuelve a empezar, la esperanza renace, el entusiasmo perdido regresa y podemos echar las redes al mar nuevamente”.

En su homilía, leída por monseñor Ravelli, el Obispo de Roma ha expresado su gratitud a “todos los militares que diariamente prestan su servicio para proteger la seguridad y la justicia”. Y ha añadido: “Os estamos agradecidos por lo que hacéis, a veces arriesgando vuestra propia vida”.

Al concluir la celebración, en sus palabras previas al rezo del Ángelus, el Papa Francisco ha renovado su llamamiento a la paz, citando la constitución conciliar Gaudium et Spes: “Este servicio armado debe ejercerse solo en legítima defensa, nunca para imponer el dominio sobre otras naciones, siempre respetando las convenciones internacionales en materia de conflictos y, antes aún, en el respeto sagrado de la vida y de la creación”.

Asimismo, el Pontífice ha recordado los conflictos que continúan desgarrando a pueblos y naciones: “Recemos por la paz en la martirizada Ucrania, en Palestina, en Israel y en todo Oriente Medio, en Myanmar, en el Kivu, en Sudán. ¡Que callen las armas en todas partes y que se escuche el grito de los pueblos, que piden paz!”.
(F. B.) (Agencia Fides 9/2/2025)


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