Foto di Aquib Akhter su Unsplash
Nueva Delhi (Agencia Fides) – “Las prioridades en una megalópolis como Nueva Delhi son garantizar la educación y la asistencia sanitaria a todos los 32 millones de habitantes. Nuestra esperanza es que el nuevo gobierno de la ciudad, que ahora estará dirigido por el Bharatiya Janata Party (BJP), pueda poner en marcha programas no sólo dirigidos a las necesidades de la clase media, o de los empresarios, de la clase de negocios, sino que también sea capaz de mirar a los suburbios y a los pobres”, dice a la Agencia Fides el padre Sankar Savarimuthu, párroco y portavoz de la Archidiócesis de Nueva Delhi.
El párroco nos lo ha comentado tras las elecciones locales que, con la votación del 8 de febrero, dieron el poder en la capital del país al partido del primer ministro indio Narendra Modi. El BJP ha derrotado a la oposición por primera vez en 27 años, ya que la ciudad había estado gobernada en el pasado por el Partido del Congreso y el Partido Aam Aadmi (AAP).
El padre Savarimuthu, párroco de la iglesia de San Mateo, en el este de la ciudad y, por tanto, en relación directa con la población, también señala: “El gobierno federal indio, en manos del primer ministro Narendra Modi y su partido nacionalista BJP, tenía un reino sin capital, como un cuerpo sin cabeza, porque durante 27 años la región social de Delhi había sido administrada por la oposición. La voluntad del pueblo -continua- estaba clara. Y en cierto modo era un resultado esperado después de que el líder del AAP, Kejriwal, hubiera sido detenido junto con otros dos miembros clave del partido en los últimos dos años acusados de recibir sobornos”.
“La victoria del BJP”, prosigue, “empuja las ambiciones y el orgullo de los nacionalistas. El gobierno tendrá que medirse con la compleja realidad de una megaciudad de 32 millones de habitantes. Veremos, cuando se forme el ejecutivo de la ciudad, qué enfoque se elige. Hoy diría que la urgencia es sobre todo garantizar los servicios sanitarios y educativos a todos los ciudadanos. La posición de los cristianos es esperar y ver: la esperanza es una mayor atención a los pobres y a las periferias”.
“Un segundo aspecto que preocupa a la Iglesia católica”, señala el sacerdote, “es no fomentar la división de la sociedad sobre la base de divisiones comunitarias. En la ciudad y en toda la India se necesita paz social, no divisiones ni discriminación por motivos religiosos, de casta o étnicos. Esto es algo que nos importa y que seguiremos promoviendo con un enfoque siempre constructivo”, concluye.
(PA) (Agencia Fides 13/2/2024)