Kinshasa (Agencia Fides) – “A veces se piensa que los pobres están irremediablemente perdidos”, expresa con amargura una fuente eclesiástica de Bukavu en comunicación con la Agencia Fides. La ciudad, capital de Kivu del Sur, ha caído en manos de los rebeldes del M23 con el respaldo del ejército ruandés (véase Fides 17/2/2025).
“Ciudad tras ciudad, pueblo tras pueblo, Kivu del Sur también está sucumbiendo. Mientras tanto, los expertos siguen hablando de diálogo y se presentan como mediadores, sin atreverse a llamar las cosas por su nombre”, denuncia la fuente, que recalca que el conflicto no es un enfrentamiento interno, sino una agresión exterior.
“El país sufre una agresión desde hace años, intensificada desde noviembre de 2021, cuando el M23 retomó las armas. Este grupo es simplemente el nuevo antifaz de la ocupación ruandesa. A lo largo del tiempo ha operado bajo distintos nombres: AFDL (Alliance des Forces Démocratiques pour la Libération du Congo), RCD (Rassemblement Congolais pour la Démocratie), CNDP (Congrès National pour la Défense du Peuple)... Siempre con el mismo propósito: dar una apariencia congoleña a un proyecto de invasión que no se atreve a admitir su verdadera naturaleza”.
El testimonio también describe el patrón recurrente de esta ofensiva: “La ocupación siempre va precedida de disturbios, saqueos y asesinatos. Luego, los invasores llegan presentándose como salvadores. No imponen el respeto por la ley que ellos mismos han quebrantado, sino que gobiernan con el palo y la pistola. Y los habitantes de Bukavu ya han empezado a experimentarlo. Hoy, en una gran reunión, presentarán a los nuevos líderes y las nuevas normas”.
Como muestra de una aparente normalización, el M23 ha reabierto este 18 de febrero las conexiones lacustres entre Goma y Bukavu. Sin embargo, la ofensiva continúa: “En la llanura de Ruzizi, las fuerzas ruandesas y del M23 siguen avanzando y ya han tomado Luvungi”, informa la fuente de Fides.
A pesar de la magnitud del conflicto, la población parece resignada ante la nueva realidad: “Nos sorprenderá ver a la gente aplaudir. Aplaudirán las madres que han visto pudrirse los tomates que vendían y han escuchado los sollozos de sus hijos hambrientos. Aplaudirán los hombres y jóvenes que deben cuidarse de no ser confundidos con soldados civiles o milicianos progubernamentales. Tal vez aplaudan también los jóvenes sin futuro, a quienes desde hace décadas no se les ofrece ninguna oportunidad de trabajo ni de una vida digna”.
“Y quizás algunos dirán que el pueblo está de acuerdo. Pero, ¿qué puede hacer un pueblo oprimido cuando no encuentra alivio, ni interno ni externo? ¿Debe inmolarse por el ideal de una patria? No, se aferrará a su pequeña vida y a la de sus hijos para sobrevivir en un mundo que se ha vuelto totalmente hostil” concluye nuera fuente.
(L.M.) (Agencia Fides 18/2/2025)