Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Papa Francisco está hospitalizado en el hospital Gemelli de Roma con un diagnóstico de neumonía bilateral. El boletín médico emitido ayer por la tarde, sábado 22 de febrero, hablaba de «pronóstico reservado» y se refería a la crisis respiratoria experimentada por el Pontífice a primera hora de la mañana. Desde todo el mundo se han elevado al cielo oraciones por la salud del Sucesor de Pedro. Y él, en las palabras de su magisterio ordinario que sigue difundiendo desde la cama del hospital, invita a rezar e implorar la misericordia divina por todas las multitudes atormentadas por las guerras y la violencia en todas las partes del mundo.
En el texto preparado para el Ángelus y difundido este mediodía por la Oficina de Prensa de la Santa Sede a instancias del propio Pontífice, el Obispo de Roma, refiriéndose al conflicto de Ucrania, define la fecha de mañana -en la que se cumplen exactamente tres años del inicio de esa guerra- como «¡un acontecimiento doloroso y vergonzoso para toda la humanidad!». Y al tiempo que renueva su «cercanía al martirizado pueblo ucraniano», el Papa invita a rezar para «recordar a las víctimas de todos los conflictos armados y a rezar por el don de la paz en Palestina, en Israel y en todo Oriento Medio, en Myanmar, en Kivu y en Sudán».
El Pontífice, en el texto divulgado, se refiere también a su estado de salud: «continuo con confianza mi hospitalización en el Policlínico Gemelli, siguiendo con los tratamientos necesarios; ¡y el descanso también forma parte de la terapia! Agradezco de corazón a los médicos y al personal sanitario de este hospital por la atención que me están demostrando y por la dedicación con la que realizan su servicio entre las personas enfermas». El Papa Francisco agradece también a quienes le han escrito en los últimos días: «me han impresionado especialmente las cartas y dibujos de los niños. ¡Gracias por esta cercanía y por las oraciones de confortación que he recibido de todo el mundo! Encomiendo a todos a la intercesión de María y les pido que recen por mí».
En el texto del Ángelus, el Papa Francisco se ha dirigido también a los diáconos permanentes reunidos en Roma estos días para celebrar juntos el Jubileo cruzando la Puerta Santa de la basílica vaticana. «Ustedes -ha escrito el Papa Francisco en el texto preparado para el Ángelus- se dedican a anunciar la Palabra y al servicio de la caridad; desempeñan su ministerio en la Iglesia con palabras y obras, llevando a todos el amor y la misericordia de Dios. Los exhorto a continuar con alegría su apostolado y a ser, como nos sugiere el Evangelio de hoy, signo de un amor que abraza a todos, que transforma el mal en bien y genera un mundo fraterno. ¡No tengan miedo de “arriesgar el amor”!».
Esta mañana, los diáconos llegados a Roma desde todo el mundo para su peregrinación jubilar han participado en la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, presidida por el Arzobispo Rino Fisichella, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización (Sección para las Cuestiones Fundamentales de la Evangelización en el Mundo). Durante la celebración litúrgica han sido ordenados 23 nuevos diáconos permanentes de diferentes países, y el arzobispo Fisichella ha leído también el texto de la homilía preparada para la ocasión por el Papa Francisco.
Una homilía en la que el Obispo de Roma, inspirándose en las lecturas de la liturgia del día, ha hilvanado sus reflexiones a partir de la experiencia de la «gratuidad». «Un término ciertamente apreciado por ustedes diáconos, aquí reunidos para la celebración del Jubileo» según palabras del Pontífice. El Obispo de Roma ha invitado a los diáconos a detenerse «en esta dimensión fundamental de la vida cristiana y de vuestro ministerio», mostrando cómo sólo la gratuidad representa la fuente del perdón, del servicio desinteresado y de la comunión que caracterizan toda auténtica vocación diaconal.
(F.B.) (Agencia Fides 23/2/2025)