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Por Luca Mainoldi
Roma (Agencia Fides) – Hay dos imágenes que resumen de manera elocuente la incansable acción del Papa Francisco para poner fin a las guerras que desgarran a los pueblos africanos.
La primera es la del Papa arrodillado en la Casa Santa Marta, besando los pies del presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir Mayardit, y de los vicepresidentes designados, entre ellos Riek Machar, histórico rival del primero, y Rebecca Nyandeng De Mabio. Era el 11 de abril de 2019. Con ese gesto conmovedor, que coronó dos días de retiro espiritual al que asistieron las principales autoridades civiles y eclesiásticas del país, el Papa parecía querer “anularse a sí mismo” en favor de los pueblos lacerados por la guerra, rogando a los líderes que la desencadenan y la alimentan que se detuvieran, y ofreciendo así esperanza de paz.
El Obispo de Roma acompañó ese gesto con estas palabras: “Y a vosotros tres, que habéis firmado el Acuerdo de Paz, os pido como hermano que permanezcáis en paz. Os lo pido de todo corazón. Sigamos adelante. Habrá muchos problemas, pero no tengáis miedo: afrontadlos y resolvedlos. Habéis iniciado un proceso: dejad que concluya bien. Habrá discusiones entre vosotros, sí, pero que sean en el despacho; ante el pueblo, mantened las manos unidas. Así pasaréis de ser simples ciudadanos a ser padres de la nación. Permitidme que os lo pida de corazón, con mis sentimientos más profundos”.
Sudán del Sur, nación nacida en 2011 tras su independencia de Sudán, se había sumido en una sangrienta guerra civil en diciembre de 2013 debido al enfrentamiento entre sus dos principales líderes, Salva Kiir y Riek Machar.
Cuando el Papa Francisco realizó aquel gesto simbólico, el país atravesaba una fase delicada tras la firma en agosto de 2018 de un acuerdo de paz transitorio. El Sucesor de Pedro dirigía un apremiante llamado a los contendientes para resolver definitivamente las causas del conflicto y dar finalmente paz a la población. En aquella ocasión, el Pontífice también expresó su deseo de visitar Sudán del Sur, un anhelo que se concretó en febrero de 2023.
Una visita marcada por el ecumenismo: el Papa Francisco estuvo acompañado por el Primado de la Comunión Anglicana, el arzobispo de Canterbury Justin Welby, y por el Moderador General de la Iglesia Presbiteriana de Escocia, el pastor Iain Greenshields. Una verdadera “peregrinación ecuménica de paz”, como él mismo definió. Durante la oración ecuménica celebrada el 4 de febrero de 2023 en el Mausoleo de John Garang en Juba, el Papa afirmó: “Queridos hermanos, quienes se llaman cristianos deben tomar partido. Quien sigue a Cristo elige siempre la paz; quien desencadena la guerra y la violencia traiciona al Señor y niega su Evangelio. El estilo que Jesús nos enseña es claro: amar a todos, porque todos son amados como hijos por nuestro Padre celestial. El amor cristiano no se limita al prójimo, sino que se extiende a todos, incluso al enemigo (cf. Mt 5, 38-48); y con más razón a quienes forman parte del mismo pueblo, aunque sean de distinta etnia”.
La segunda imagen emblemática de la solicitud del Papa Francisco por los pueblos africanos es la apertura de la Puerta Santa en la catedral de Notre Dame de Bangui, capital de la República Centroafricana, el 29 de noviembre de 2015, anticipando con ese gesto el inicio del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, que sería inaugurado oficialmente el 8 de diciembre.
“Hoy Bangui se convierte en la capital espiritual del mundo. El Año Santo de la Misericordia llega anticipadamente a esta tierra, una tierra marcada por años de guerra, odio, incomprensión y falta de paz”, explicó el Papa en su homilía durante la celebración. Y añadió: “Pero en esta tierra que sufre están también representados todos los países que cargan con la cruz de la guerra. Bangui se convierte en la capital espiritual de la oración por la misericordia del Padre. Todos pedimos paz, misericordia, reconciliación, perdón y amor. Pedimos paz para Bangui, para toda la República Centroafricana, para todo el mundo y para todos los países en guerra”.
El llamado incansable del Papa Francisco en favor de la paz no se limitó a los conflictos más visibles en los medios de comunicación. Se extendió también a las guerras “olvidadas”, muchas de ellas diseminadas por todo el continente africano: Sudán del Sur, Sudán, República Democrática del Congo, República Centroafricana, Níger, Burkina Faso, Malí, Nigeria, Somalia y Etiopía.
Una denuncia constante que recordaba al mundo que la “guerra mundial a pedazos”, como tantas veces la ha definido el Papa Francisco, interpela a la conciencia de toda la humanidad.
(Agencia Fides 28/4/2025)
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