ASIA/FILIPINAS - En la campaña electoral, entre dinastías y polarización, la llamada a considerar “el bienestar de los demás”

martes, 8 abril 2025 bien común   política   iglesias locales   elecciones  

PPCRV

Manila (Agencia Fides) - En una campaña electoral marcada por hechos sensacionalistas y declaraciones polarizantes, Filipinas se prepara para las elecciones de mitad de mandato, previstas para el 12 de mayo de 2025. En esa ocasión, los ciudadanos elegirán a 12 senadores, a la totalidad de la Cámara de Representantes y a miles de cargos regionales y locales.

La campaña, iniciada el pasado 11 de febrero, ha estado dominada por el caso de Rodrigo Duterte, expresidente actualmente detenido por crímenes contra la humanidad a instancias de la Corte Penal Internacional (CPI). Pese a su detención, Duterte sigue inscrito como candidato a la alcaldía de la ciudad de Davao, según ha confirmado la Comisión Electoral de Filipinas (Comelec), aclarando que no se ha retirado ni ha sido inhabilitado. Davao fue el escenario donde comenzó su carrera política y donde ejerció como alcalde durante 22 años, antes de convertirse en presidente del país en 2016.

Durante las elecciones de 2022 -que dieron la victoria a Ferdinand Marcos Jr.- organizaciones como la Red Asiática para unas Elecciones Libres (Asian Network for Free Elections - ANFREL) denunciaron irregularidades como la compra de votos, campañas de desinformación y el uso indebido de recursos públicos por parte de los candidatos en funciones.

El “Consejo Pastoral Parroquial para el Voto Responsable” (PPCRV), organismo eclesial reconocido por la sociedad civil para supervisar la transparencia electoral, ha señalado varios motivos de preocupación: declaraciones sexistas de algunos candidatos, actitudes violentas o despectivas, la persistente presencia de dinastías políticas y la creciente influencia de las redes sociales en la dinámica electoral, especialmente a nivel local. “El desarrollo de la campaña - afirmó Evelyn Singson, presidenta del PPCRV- nos recuerda que votar es un acto sagrado y que debemos discernir y elegir según valores fundamentales”, entre los que citó “temor de Dios, honradez, educación, laboriosidad, espíritu de servicio, cuidado y amor por el bien común”.

La lucha contra las dinastías políticas -consideradas una de las principales causas de corrupción- es el tema central de una petición presentada al Tribunal Supremo por un grupo de ciudadanos, entre los que se cuentan abogados, exjueces, miembros de organizaciones civiles, obispos y representantes de entidades eclesiales. La petición recuerda que la Constitución de 1987 prohíbe las dinastías, pero que el Congreso no ha legislado al respecto. Por ello, los firmantes piden la aprobación de una ley específica que defina y prohíba dichas prácticas. Según datos de ONG, las familias dominantes controlan buena parte del poder: una cuarta parte del Senado está en manos de solo tres clanes, y ocho de cada diez distritos de la Cámara Baja son ocupados por miembros de dinastías.

Con vistas a las elecciones, los obispos de Filipinas han firmado una carta pastoral titulada “Preocúpate por el bienestar de los demás”, en la que exhortan a los votantes a ejercer su derecho con responsabilidad, en defensa de la libertad y del bien común. “Debemos mejorar la vida de nuestro pueblo, especialmente de los pobres y vulnerables. Esta es la responsabilidad principal de todo servidor público”, señala la misiva de la Conferencia Episcopal de Filipinas, leída durante las misas dominicales en todo el país. “Necesitamos líderes y legisladores competentes, con un sincero deseo de servir al bienestar de nuestras comunidades, desde los municipios hasta el conjunto de la nación”, concluye la carta.
(PA) (Agencia Fides 8/4/2025)


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